LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES, ESPERANZA DE LA HUMANIDAD:
Nuestra lucha hoy despierta, como león dormido, rugiendo y haciendo sentir su poder.
Los mitos y leyendas, sobre nosotros se pierden ante la real lucha que emprendemos.
Tiempos nuevos se presentan ante nosotros, tiempo de luchas cada vez mas violentas y masivas y tiempo de reflexiones para tener presentes las lecciones de las luchas anteriores y actuales. Es inevitable mencionar que hoy los trabajadores pierden el miedo, se lanzan a las calles y se muestran vivos, vivos a pesar de que en este sistema no somos más que mercancías u objetos intercambiables por dinero. No hay muchas palabras que puedan explicar lo que sentimos los trabajadores de otros lugares, al ver que nuestra esperanza sigue viva y que en sus luchas nuestros corazones laten más fuertes que nunca. Sin embargo nos matan, nos dicen terroristas y violentistas; pero esto se lo dicen a nuestros hermanos de clase. Porque claro, para los dueños del mundo, somos terroristas en cualquiera de nuestras manifestaciones, porque nuestra lucha los destruirá y les da terror, miedo, pánico; porque saben que somos los únicos que podemos hacer remecer el sistema, hasta destruirlo.
Las luchas nos plantean, deshacernos de nuestros dogmas, de ideologías, de viejas formas de ver el mundo y abrir los ojos ante lo que se nos presenta. Dejar las siglas y los ismos, para plantear la unión de fuerzas por todos los lugares del mundo en donde se encuentren trabajadores conscientes. Porque nuestro deber es traer a nuestra memoria, que tenemos el poder de hacerlo todo y pararlo todo si queremos, que podemos organizarnos para luchar y tomar nuestro destino en nuestras propias manos, que juntos como una sola clase podemos cambiar el mundo, sus estructuras, instituciones y leyes.
Que las revueltas se extiendan y nuestro poder se haga sentir. Somos los que no tenemos nada, solo tenemos nuestra fuerza, nuestra imaginación y creación, desvaneciéndose estas ultimas en nuestro trabajo, expresándose en relaciones frías de producción y servicios; quedándose impregnadas horas de nuestra vida en objetos que ni nosotros, ni nuestra familia utilizarán. Reconozcamos quienes son nuestros enemigos: los ricos, los dueños, los dirigentes y partidos que se dicen revolucionarios, que lo único que esperan es que los apoyemos para que tengan puestos burocráticos.
Sus mascaras se caen y nuestras luchas los delatan, desnudos y desesperados se muestran por muchas partes del mundo, continuando con sus maniobras para desviar nuestra luchas. Sin embargo, aun en otros lugares tienen credibilidad y con sus maniobras calman nuestro odio y nos mandan otra vez a nuestras casas, impotentes porque sabemos que dentro de poco, tendremos que salir nuevamente a las calles, a quejarnos, manifestarnos y luchar; lamentablemente otras vidas se perderán cuando las fuerzas del orden hagan su labor.
Pero, nuestra bronca, nuestro odio al capital, se hacen presentes, en nuestros espacios de debate y discusión. Se hacen presentes en nuestras huelgas, paros, manifestaciones; en nuestras asambleas y discusiones abiertas. Se hace presente en nuestras organizaciones, en nuestra solidaridad y en nuestra unión. Difundamos por todo el mundo, que no nos vencerán, que el comunismo es posible y nosotros lo construiremos, que el capital, es una inmensa cadena, que nos vuelve maquinas y solo destruyéndolo seremos libres. Libres de tanta miseria, guerras y lágrimas por nuestros muertos.
“Las armas que hoy nos apunta, contra los jefes se volverán. Contra los dirigentes de estado, que roban los frutos de nuestros combates”(1)
¡Organicemos, luchemos y unamos fuerzas contra la bestia capitalista!
(1) Raoul Vaneigem - La vie s'écoule (La vida pasa. Canción entonada por trabajadores en huelgas en Blegica1961)
Antón
Grupo de Esclarecimiento Comunista - GEC.
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