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miércoles, 18 de mayo de 2011

Nuevos aportes y reflexiones sobre este momento de luchas masivas del proletariado

REFLEXIONES EN MEDIO DE EXPLOSIONES

La radicalidad y presencia de luchas en el mundo entero elevan nuestro espíritu revolucionario y nuestra convicción militante


Candentes momentos se viven hoy,
llamaradas avanzan sobre ciudades y campos,
el gigante despierta, se pone en pie,
el arrodillarse ya no será más una opción.

Abrimos los ojos cada día teniendo como despertador las informaciones de nuevas y duras luchas de los explotados en todo el mundo; con esas desgarradoras imágenes de nuestra clase echada al combate por su vida, por su existencia. En consecuencia, despertamos con la convicción de que una nueva forma social es posible ya que la clase despierta, grita y actúa, jugando sus últimas cartas en la historia.
Grecia, El norte de África, China, Bolivia, Portugal, Irlanda, Chile, incluso Perú, entre tantos otros lugares, demuestran lo que ya es el pan de cada día, la situación mundial se le va de las manos a la burguesía y a sus Estados; los intereses proletarios se revitalizan, la organización comienza a ser, aunque aún pequeña, un factor más del luchar diario. Por todos los puntos del planeta saltan chispas de los choques entre proletarios y fuerzas represoras, por todos lados sentimos patente el estremecimiento de angustia por nuestra vida que está siendo llevada en picada al abismo de la podredumbre y la miseria humana, gracias al modo capitalista de producción. Pero estas mismas luchas, estas mismas fuerzas organizadas en protestas (de todas las formas posibles) nos indican que encarnamos el horizonte de la humanidad, que en nosotros la historia se acumula en un solo punto… por nuestros puños golpea la historia, esclavos y siervos nunca más… en nuestras luchas crece la nueva sociedad. Lo demostramos ayer con los grandes ejemplos en París (1871) en Rusia (1917) en Alemania (1919) y otras tantas veces, y lo demostramos hoy con viva energía combativa, con aliento infatigable buscando la unidad de los revolucionarios y rebasando muchas veces los límites de la mortal legalidad burguesa. Trabajemos por eso, por la extensión de las luchas, por la organización de clase. Seamos conscientes ahora más que nunca que una hora menos de descanso es una hora más cerca del esperado desenlace de tantos años de explotación y humillación, sabemos que unos minutos menos de sueño, pueden ser momento de clarificación y esclarecimiento necesario e impostergable.
Nuestra clase como un gran conjunto, como una gran masa enardecida, va iluminando el oscuro recorrido hacia el Comunismo. Los trabajadores asalariados despliegan su ataque anticapitalista (muchas veces sin saberlo) volviendo y transformado la teoría en acción real e integradora, criticando en su avance a los que pensaron que solo había una forma para la revolución. Desde las calles tomadas en Grecia, desde la repartición en los saqueos de los almacenes abarrotados de mercancías, desde la parábola perfecta formada por una molotov en el cielo de Santiago, desde las fábricas ocupadas en las huelga de China, o desde los debates entre minorías revolucionarias que brotan cada vez más con la descomposición del sistema, la lucha se manifiesta, se desarrolla y crece. Tenemos en nuestras manos la fuerza de ser los constructores de esta sociedad, de ser los generadores de toda la riqueza mundial, somos también por lo tanto los que estamos forzados, por nuestras condiciones materiales, por nuestro papel en la maldita economía mercantil, los llamados a ser los sepultureros de la historia dividida en clases, de ser los constructores reales de la “utopía”, del mundo de la libertad en base a la producción para las necesidades humanas y no para las arcas de la explotación y dominación capitalista.
Si en momentos como estos la emoción de nuestra clase alienta y enternece nuestros corazones, abre nuestros pensamientos y hace cerrar nuestras manos para el ataque. Hagamos de esta sensación, de este sentir proletario, acción transformadora, seamos actores principales, y no secundarios, de la gran obra llamada revolución, convirtamos nuestra organización, en punto de confluencia proletaria y que refleje los interés históricos de la clase, mostremos una posición clara dentro de tanta izquierda. que cual ave de rapiña vive de los inmundicias que le arroja el estado burgués, seamos catalizadores del sentimiento general de nuestra clase, seamos animadores o aglutinadores de los polos proletarios que emergen en nuestras latitudes, la unidad es acción, es trabajo en conjunto, coordinado y militante. La historia nos espera en su espiral, seamos los partícipes de nuestras vidas, seamos por fin hacedores de nuestro destino colectivo… dejemos nuestra vida en ello… ¿qué tenemos que perder?
En esta ocasión camaradas, nuestro deber camaradas es decirles que:

“…debemos reforzar empecinadamente nuestra unión e intensificar hasta el suplicio nuestra fe revolucionaria y reemplazar nuestros muertos, ¡hasta que la revolución universal haya unido a todos los proletarios del mundo!...”
Alerta proletarios... ¡un nuevo mundo nos espera!
Jose y Carlos,
Grupo de Esclarecimiento Comunista – G.E.C.

18 – 05 – 2011

sábado, 26 de febrero de 2011

Algunas conclusiones del NPP (fines del 2009) sobre "El Estado y la Revolución" de Lenin

Estimados compañeros, lectores y hermanos de clase. A continuación publicamos un texto elaborado a fines del 2009 por militantes del Núcleo Proletario en Perú. Como se habrán dado cuenta, con la aclaración que hemos puesto en el lado derecho de esta página, el NPP fue una de las organizaciones que dio origen al actual G.E.C. Lo que presentamos en esta ocasión son las conclusiones a las que llegaron algunos militantes de esta organización luego de debatir algunos puntos del libro El Estado y la Revolución de Lenin. Obviamente hay muchos puntos que no compartimos en la actualidad, pero lo importante es dejar sentado el esfuerzo por esclarecerse en este tema tan polémico dentro del Histórico Movimiento Comunista. Ya habrá oportunidad de colgar un texto nuestro, donde nos podamos explayas sobre nuestra posición actual sobre el Estado. Por ahora les dejamos con este aporte, y les animamos a hagan las críticas correspondientes, en pos del esclarecimiento dentro de la clase.
¡Proletarios de todos los países, unámonos!

Grupo de Esclarecimiento Comunista – G.E.C.
Febrero 2011

El Estado y la Revolución


I. Sobre la naturaleza y origen del Estado

El Estado es producto de una determinada etapa económica dentro de la historia de la sociedad. Aparece cuando la producción ya no es destinada al consumo social, sino al intercambio. Estas nuevas relaciones sociales generaron que la sociedad se divida en clases sociales. Las clases dominantes, que se beneficiaron con el trabajo colectivo vieron la necesidad de desarrollar los organismos de control, dominación y explotación que ya venían trazando: El Estado. El Estado no sólo es utilizado para dominar a la clase ideológicamente, sino que a la vez, cuando la clase oprimida se cansa y da lucha, la clase opresora usa su instrumento (El Estado) para reprimir con la violencia armada.

En la actualidad, El Estado burgués es un órgano de dominación de clase. Reprime a la clase proletaria, este Estado legaliza la explotación.

Todo Estado burgués, para mantenerse, necesita el impuesto, el dinero del proletariado. El Estado Esclavista, el Estado Feudal y el Estado burgués, han servido y sirven para reprimir y explotar a las amplias clases trabajadoras.

II. Sobre las fuerzas armadas del Estado burgués

Las fuerzas armadas y la policía son los aparatos de la burguesía para reprimir al proletariado y para perpetuar el capitalismo. Cuando el proletario tome el poder político en un determinado territorio, tendrá que tener, necesariamente, una fuerza armada proletaria que tendrá que luchar en contra de los ejércitos burgueses. Esta fuerza militar será el pueblo armado que impondrá la dictadura del proletariado (destrucción de clases, socialización de los medios de producción, etc.). Preferimos llamarlas milicias, no sólo por darle otro nombre, sino por lo que han representado en las luchas donde el proletario cogió las armas organizadamente.

III. Sobre el Estado democrático-burgués.

El Estado burgués democrático es la creación más perfecta de la burguesía, hace creer que con las votaciones, con las elecciones de burócratas gubernamentales cada periodo de tiempo, son los proletarios que imponen su voluntad.

IV. ¿Qué hacemos los proletarios con el Estado?

La única forma de destruir la sociedad capitalistas es luchando contra el Estado burgués y esto sólo se puede dar a través de una lucha violenta. Para esto podemos seguir diversos puntos de acción. Aquí se sugieren algunos:

1.     La clase proletaria debe tomar el poder político de la sociedad, y eso sólo lo podrá logar mediante una revolución violenta.

2.     La revolución proletaria tendrá que destruir al Estado burgués.

3.     El Estado burgués será destruido,  posteriormente el proletariado como clase implantará una organización de control de la producción y de represión contra el capital o ideología burguesa hasta su desaparición, este órgano de control tendrá algunas características del “Estado”, pero no será un Estado burgués, será un Semi-Estado proletario. El Estado burgués sirve para mantener la explotación. El Semi-Estado proletario sirve para acabar con la explotación.


Núcleo Proletario en  Perú – Base Villareal
Lunes 15 de Octubre del 2009