viernes, 4 de febrero de 2011

Aportes críticos a nuestro "Pronunciamiento sobre las luchas en Egipto... "

Nos escriben los compañeros de la CCI, del CREE y el c. Sander de Perspectiva Internacionalista

A continuación publicamos 3 respuestas al Pronunciamiento que redactamos sobre los “las luchas en Egipto y el resto del mundo trabajador”. El primer aporte es de los compañeros de la CCI (Corriente Comunista Internacional), organización marxista internacional que se reclama de la tradición de la Izquierda Comunista, ellos aportan con unos puntos para la reflexión sobre la luchas sociales en el Magreb y el Oriente Medio. El segundo aporte es de los compañeros del CREE (Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil), grupo marxista en España, que ha elaborado una introducción crítica del documento y lo ha colgado en su página. Y el tercer aporte es del c. Sander, militante de la organización Perspectiva Internacionalista que nos hace unas críticas compañeras a algunos puntos soltados en nuestro Pronunciamiento. Para más información entrar a los sitios web de estas organizaciones; pueden encontrar la dirección en la columna de la derecha que está en este blog.
Saludamos fraternalmente los alcances de estos compañeros, son parte del esclarecimiento de la clase, el debate es un arma fundamental para el proletariado. Esperamos contestar los aportes en la medida de nuestras posibilidades, en todo caso invitamos a que cualquier otro compañero interesado en el tema lo pueda hacer.

¡Proletarios de todos los países, unámonos!

Grupo de Esclarecimiento Comunista – G.E.C.
Febrero 2011



Corriente Comunista Internacional

Tomado de la siguiente dirección:
http://es.internationalism.org/node/3045 (fechada el 4 de febrero de 2011)

Comentario de la CCI:

Publicamos el texto de los compañeros del Grupo de Esclarecimiento Comunista (Perú). Es un texto vibrante, emocionado, que expresa el calor y la solidaridad de compañeros que aún situados a miles de kilómetros de Egipto sienten como propios los combates que se están librando. «Estamos tan distantes de esos barrios geográficamente, pero tan cerca estamos en los intereses que ahí se defienden», dicen los compañeros.

El internacionalismo consecuente es lo primero que saludamos en esta toma de posición. El proletariado necesita concebirse como una clase unida internacional que golpea con un solo puño al monstruo capitalista. El desarrollo de la solidaridad internacional, la convergencia internacional de las minorías revolucionarias, la búsqueda del contacto y la acción común a escala internacional, al menos en un principio entre minorías proletarias, son otras tantas contribuciones a la gran meta de la revolución mundial a cuya eclosión contribuyen los pequeños pasos, aparentemente "solo teóricos y propagandísticos", que hoy estamos dando.

A la vez que manifiestan su entusiasmo por estos combates del proletariado, los compañeros son lúcidos respecto al largo camino que todavía queda por recorrer y sobre los peligros de desviación hacia el callejón sin salida de la democracia con el que toda la burguesía mundial colabora para matarlo "desde dentro".

No tenemos la más mínima duda en que estos combates que vemos en el Magreb constituyen un nuevo episodio en el camino duro y difícil que el proletariado mundial emprende hacia el estallido de luchas masivas, las cuales, por su parte, le aportarán la imprescindible confianza en sus propias fuerzas, una maduración en sus capacidades de auto-organización y politización, todo lo cual empezará a sentar las condiciones para el desarrollo internacional de luchas en una perspectiva revolucionaria.

Se trata de movimientos que han partido de las entrañas mismas de la juventud proletaria, fuera de los cauces trampa de sindicatos y partidos de oposición; expresan la entrada en lucha de las nuevas generaciones del proletariado; hacen que el Magreb y Oriente Medio que hasta ahora solamente eran noticia por la barbarie de la guerra, hoy ocupan la primera plana por motivos diametralmente opuestos: la revuelta social de proletariados que se levantan contra el desempleo descontrolado, una inflación que hace imposible adquirir hasta los alimentos de primera necesidad, una ausencia total de perspectiva de futuro.

Pero simultáneamente no podemos ocultar la inexperiencia, las ilusiones democráticas, la ausencia de organización masiva, todo lo cual debilita y desgasta el movimiento y permite a la burguesía atacarlo sistemáticamente con el caballo de Troya de la democracia, el reforzamiento de la oposición, la polarización en el simplista "que se vaya Mubarak" y el silenciamiento casi completo de las reivindicaciones sociales...

Al presentarlo como "movimiento por la democracia conducido por la oposición" la burguesía quiere mostrarlo como algo aparte, como los "últimos llegados" a ese supuesto gran festín que sería "disfrutar de la democracia", con ello trata de ocultar que allí están luchando por lo mismo que se ha estado luchando en Grecia, Francia, Gran Bretaña o Bangladesh: contra el deterioro acelerado e irreversible de nuestras condiciones de vida, contra la barbarie de la crisis capitalista.

Lo que puede dar un nuevo impulso a los combates en Túnez o en Egipto, es que las luchas obreras se desarrollen en Europa, en USA, en China, y continúen extendiéndose por toda la región árabe, pero que igualmente irrumpan en otros continentes. De ahí la vital importancia que tiene la iniciativa de los compañeros del GEC desde el "lejano Perú". Llamamos a que otros grupos y colectivos sigan su ejemplo en otros países.



Colectivo Revolucionario Estudiantil Espartaquista
Ayer, millones de personas salieron a las calles de todo Egipto desafiando por enésima vez el toque de queda del régimen Mubarak. En un discurso televisado con posterioridad, el dictador cede ante las presiones recibidas y anuncia que no se presentará a las próximas elecciones. Días atrás, Ben Alí tuvo que abandonar el poder ante la sublevación obrera que azotó Túnez y que se ha convertido en una onda de largo alcance que está llegando y filtrándose en lo más recóndito de Oriente Medio y África. En Marruecos, ha saltado la noticia de una convocatoria movida a través de redes sociales para salir el 27 de febrero a protestar en favor de los derechos democráticos de la ciudadanía, de los derechos humanos y exigir la voluntad efectiva de la monarquía de garantizar la libre participación democrática. Democracia Ahora y Movimiento por la Libertad son las organizaciones que lideran susodicha protesta, y que se vienen a sumar a los Hermanos Musulmanes en Egipto, a la Asociación Nacional para el Seguimiento de las Demandas del Pueblo, de, Nobel de la Paz El Baradei; a los islamistas tunecinos y las fuerzas de oposición democrática que en aquel país pretenden implantar un gobierno de transición con el que ilusionar a las masas trabajadoras de que sus vidas, su miseria, la falta de alimentos, los elevados precios de los productos básicos, las altísimas tasas de paro (más del 50% de la población obrera en Túnez, aproximadamente) tendrán su fin cuando un nuevo gobierno de unidad nacional llegue al poder y aplaste las revueltas intercalando “palo y zanahoria”; y, en fin, a toda suerte de grupos y grupúsculos de la burguesía que pretenden hacerse con el control de las algaradas y magníficas protestas que los trabajadores están llevando adelante y que se están extendiendo por Oriente medio y el norte de África. La burguesía puede adoptar todas las formas que considere posibles en cada momento para suprimir física y moralmente al enemigo de clase. En el caso del frente clasista obrero, sólo la autoorganización y la extensión de las luchas en base a la indómita solidaridad de clase es el arma con el que enfrentar los ataques de la burguesía de todo tipo y color.
Estamos viviendo acontecimientos que a muchos aparecen inexplicables y que no entraban en ningún cálculo. Pero sí, la clase trabajadora ha vuelto (siempre vuelve) a colocarse en el centro, como el único sujeto revolucionario. Reclama lo que le corresponde. Sin embargo, su esfuerzo es limitado porque las luchas aún son parciales. Así pues, el proletariado egipcio, tunecino y argelino es ahora mismo carne de cañón de ciertos grupos y fracciones de la burguesía que tienden una mano mientras que con la otra esconden la daga con la que asestarán, en su momento idóneo, la puñalada. Por esto mismo, todas las muestras de solidaridad con nuestros hermanos obreros son bien recibidas y necesarias; porque hoy es allí y mañana es aquí. Cuando el proletariado iraquí trató de luchar contra la pantomima de las primeras deflagraciones de la Guerra del Golfo aplicando el derrotismo revolucionario allá a principios de los noventa, fueron débiles los ecos de su conflicto y pírricas las respuestas que la clase trabajadora dio. Pero aquel momento de receso en la lucha proletaria no es el actual. Estamos asistiendo a un relanzamiento de la conflictividad obrera a escala internacional del que los proletarios del medio oriente son partícipes. Por esto los grupos comunistas debemos estimular en la medida de lo posible las muestras de solidaridad con las luchas que se desarrollan a escala internacional; y es por esto que hoy el CREE siente una profunda alegría al poder hacer llegar la toma de posición de nuestros compañeros del Grupo de Esclarecimiento Comunista sobre los acontecimientos que suceden allí, “tan lejos y tan cerca”. Saludamos su toma de posición e invitamos a todo aquel que la comparta a difundirla en la medida de sus posibilidades. De igual manera, nos congratula conocer que los camaradas han abierto un espacio en la red para darse a conocer y publicar sus contenidos.


C. Sander - Militante de Perspectiva Internacionalista

Fecha: 4 de febrero de 2010
Estimados compañeros:
La declaración o folleto que ustedes han publicado, sobre los acontecimientos en Túnez, Egipto etc., es muy buena. Muestra claramente que todo está en juego; y defiende con convicción la perspectiva de clase, la necesidad de acabar con el capitalismo. Es escrita de una manera clara, apasionada y llamativa. Sin embargo, quiero dar algunos comentarios con un espíritu de solidaridad, comprendiendo que estamos juntos en la misma lucha:
Aunque las revueltas empezaron como reacciones de la clase obrera (en el sentido extenso que debemos dar a estas palabras) contra las degradaciones de sus condiciones, consecuencia del agravamiento de la crisis del capital, la confrontación en Egipto no es solamente eso. Es también una lucha interna entre la clase capitalista en Egipto, sobre cómo debe ser la gerencia (gobierno) del país, en otras palabras la gerencia de la explotación.
Esta facción del capital que quiere una gerencia más moderna, con más flexibilidad, utiliza la revuelta del proletariado para hacerse indispensable para la restauración del orden, y es apoyada oportunistamente por los islamistas, que tienen sus propios sueños de poder. Hacen de la salida de Mubarak el fetiche del movimiento. Una vez logrado, mágicamente todo estará bien, todos regresaran a su casa, a las fábricas y oficinas, la normalidad regresara.
Esta estrategia no es una sorpresa. Lo que vimos no es una revolución, pero si podemos ver la aparición de grietas en la fachada solida del capitalismo. Esto se va a multiplicar, pero por ahora no son más que eso. La victoria, en estas luchas, no será el establecimiento de la democracia burguesa, o la salida de Ben Ali y Mubarak, sino la experiencia de superar el miedo en la confrontación del capital y su estado, la experiencia de superar al sentimiento de impotencia en la lucha colectiva. Esto nos ayudará en el futuro; pero no las elecciones y todo el circo democrático burgués. La razón porque este fetichismo es eficaz, no es solamente “el peso de las ideologías religiosas e izquierdistas” como ustedes afirman. Estas ideologías pesan porque el proletariado todavía no se ha convencido de su proprio poder, por eso mira a los poderes existentes (religión, ejercito, partidos) como una ayuda. Como ustedes escriben, “queda un largo camino por recorrer”. Y en este camino, vamos a seguir adelante, pero vamos sufrir fracasos también.
Como revolucionarios, tenemos que analizar la realidad como es, no como quisiéremos que sea. Me parece prematuro afirmar que “los burgueses lloran, (…) no saben qué hacer…” y que los trabajadores “rompen las cadenas que los sujetan a la maquinaria burguesa y toman su vida en sus manos”… “su poder surge… cada vez más cerca del objetivo”… “nuestra victoria final se acerca cada día, ya no está tan lejana…” Este no lo sabemos, y no tenemos que pretender tener un conocimiento que no tenemos. Tenemos que guardar con la cabeza fría compañeros, para no ser decepcionados por las feas sorpresas que se presente frente a nosotros, para no perder el coraje cuando nuestras esperanzas inmediatas no sean cumplidas.
Junto en la lucha,
Sander

Crítica al libro de Franz Mehring "CARLOS MARX – Historia de su vida" por el c. Carlos Sierra - Parte 1

El interés de comprender por qué llamamos a la teoría revolucionaria del proletariado marxismo, por qué lleva el apellido Marx como raíz, o en todo caso, saber cuánto aportó Carlos Marx a la creación histórica de esta teoría ha sido, y actualmente lo es, una preocupación para muchos revolucionarios. Lógicamente para poder responder consecuentemente estas interrogantes, fuera de todo misticismo y dogmatismo,  tenemos que conocer fehacientemente cual fue el trabajo que Marx realizó dentro de las filas del proletariado, debemos de aclarar cuál fue su participación como militante comunista en las diversas etapas de la histórica lucha de clases, como también conocer su personalidad y cualidades personales. Esta información podremos encontrarla en diversos textos del mismo Marx, en documentos de las organizaciones en las que participó y en algunas otras redacciones donde nos describan el proceso de su militancia y el de las organizaciones donde militó.

Libro "Carlos Marx - Historia de su
vida" de Franz Mehirng
En relación a lo planteado líneas arriba, he podido conseguir el texto “CARLOS MARX – Historia de su vida[1]”, elaborado por Franz Mehring, donde se describe la vida militante de Marx, sin obviar el momento histórico donde se produce. El autor de dicho texto, fue uno de los militantes más consecuentes con los principios revolucionarios del proletariado, su participación activa tanto en el ala izquierda del Partido Socialdemócrata Alemán, en la Liga Espartaquista, en el Partido Comunista de Alemania, como su posición revolucionaria rechazando el apoyo proletario a la Primera Guerra Mundial, nos pueden asegurar esta afirmación.
En mi caso, me propongo estudiar dicho texto, dejando una especie de crítica, resumen, respuesta, reflexión, al pasar de hoja en hoja. Como no puedo asegurar que terminaré de leer el texto íntegramente, debido a las diversas tareas que hay afrontar, iré soltando los avances que desarrolle por cada capítulo, empezando claro desde los prólogos que tenga el texto. El interés que me mueve a desarrollar este tipo de trabajo no es otro que el de contribuir al esclarecimiento del movimiento comunista en particular y del proletariado en general. Si es que ven necesario los lectores, hacer una crítica, una aclaración, una petición en cuanto a aclarar alguna posición planteada, sería muy importante y necesaria para seguir avanzando en la profundización teórica y en el desarrollo de la consciencia de nuestra clase.
Sin más preámbulos, dejo a la clase, este primer documento de mi trabajo.

CARLOS MARX – Historia de su vida

Prólogo de Wenceslao Roces (págs. 7 – 8)
Para entender la visión de W.R. y sus posiciones generales sobre Mehring, sobre su vida y su obra, debemos partir señalando que este señor fue parte del Partido Comunista Español, de corte marxista-leninista y que él, como su partido, asumieron las políticas planteadas por la Tercera Internacional con Stalin a la cabeza. Desde mi entender, las críticas sobre el tema del marxismo-leninismo y del estalinismo (como parte de todo un proceso social e histórico), deben de tener como fondo y contexto la derrota de la oleada revolucionara proletaria que se desarrolló a lo largo y ancho del globo, desde 1917 hasta 1921 aproximadamente; por supuesto teniendo como núcleo Rusia, Alemania, Hungría, etc. Este fue el momento más álgido, hasta la actualidad de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía. Es un hito innegable si ponemos como alegato que se llegó a derribar el poder de la burguesía en Rusia, que se expandieron las organizaciones autónomas del proletariado: los soviets como las bases del poder proletariado y que se formó la Tercera Internacional, también llamada Internacional Comunista o Comintern. Si comprendemos profundamente este proceso en la histórica lucha de la clase, podremos comprender cuales fueron las consecuencias, negativas y positivas, que trajo esta derrota, entre ellas la ideología descrita líneas arriba. En todo caso, para los defensores y críticos, de todas las vertientes, dejó señalada la concepción marxista-leninista del señor W.R. Ahora no es momento de plantear mis diferencias específicas con esta ideología, aunque se podrán poner de relieve directamente en el transcurso de este documento.
W.R. sostiene que Mehring[2] tiene una procedencia burguesa en el sentido de su condición económica de clase; y que es recién a partir de los 40 años que asume la militancia socialista. Fuera de tocar individualmente la condición de clase Mehring, si fue o no burgués en el “aspecto económico”, puedo tocar este tema en general de una forma muy breve. Sin querer ser estrictamente esquemático sino más bien dialéctico, aseguraré que hay dos términos asociados a este punto: la condición de clase y la posición de clase. La condición de clase se refiere a la función que cumplimos bajo el modo de producción capitalista y la posición de clase a la concepción filosófica, política y social que tengamos de entender la sociedad capitalista. Puede haber proletarios en condición de clase, trabajadores asalariados sin medios de producción que asuman una posición de clase burguesa, que vivan bajo la ideología burguesa, que no les interese lucha por la abolición del capital (como relación social de explotación), que se muestren pasivos y “neutrales” ante el llamado a organizarse por exigir alguna reivindicación económica, etc. Y más bien puede haber burgueses en condición de clase, individuos con medios de producción que vivan del trabajo del proletariado, que  tengan una posición de clase proletaria, que contribuyan en la lucha emancipadora del proletariado como clase, que tomen partido por la necesidad de la abolición del mundo burgués y en su vida luchen por el comunismo decididamente, como militantes dentro de las organización consciente del proletariado. En este sentido Mehring, fuera de su condición de clase, fue un militante revolucionario del proletariado, participando activamente en las luchas proletarias, en los debates, mítines, asambleas, poniéndose al servicio de las organizaciones revolucionarias que iban apareciendo entre rupturas y desarrollos en el tiempo que vivió.
Franz Mehring  a los 54 años - 1900

En relación al párrafo anterior, queda traslucida esta pregunta ¿Desde qué momento podemos decir que un individuo asume una militancia revolucionaria en las filas del movimiento comunista-proletario? Este tema es difícil, porque no podemos trazar una raya en la historia y decir: desde aquí hasta la raya esta persona era reaccionaria y desde la raya en adelante es revolucionaria o viceversa. Un solo hecho a lo largo de la vida de una persona tampoco puede decidir en qué cantidad y en qué forma se contribuyó a los intereses de una u otra clase. Pero ya que no puedo escapar a este problema, me atrevería a decir (con temor a equivocarme) que se puede hablar de una militancia dentro de las filas del movimiento comunista-proletario desde la integración al quehacer revolucionario de una organización de clase proletaria. La lucha de clases no segrega individuos con posiciones marxistas y revolucionarias, la lucha de clases segrega organizaciones revolucionarias y sólo dentro de ellas los individuos pueden aplicar y desarrollar las posiciones marxistas, ya que el marxismo no es una teoría aprendida en libros, sino una teoría viva que existe y se desarrolla con la lucha proletaria. No pretendo caer en el sectarismo o dogmatismo de plantear que tal o cual forma de organización es la única válida para llamarla revolucionaria, en este sentido afirmó que las organizaciones de clase pueden tener muchas manifestaciones. Se puede militar en un colectivo con dos o tres compañeros que se dediquen a profundizar en la teoría revolucionaria y sacar uno que otra proclama o toma de posición de propaganda, como también se puede militar dentro de una organización internacional donde exista tareas establecidas a un nivel mucho más centralizado. Coincido en este sentido con W.R. en la tesis de que Mehring a partir de los 40 años asume la militancia revolucionaria, ya que éste integró las filas del Partido Socialdemócrata de Alemania a los 45 años aproximadamente, por cierto, el PSA (SPD en alemán) cumplió su función como organismo revolucionario del proletariado hasta que desvió sus posiciones hasta volverse contrarrevolucionario, por ejemplo, una de sus desviaciones más graves fue apoyar al Estado Alemán en la Primera Guerra Mundial. Ahora bien, estoy de acuerdo que se puede armar toda una polémica necesaria sobre el hecho de que los Partidos Socialdemócratas fueron necesarios para la clase o no. Este tema lo dejaremos también para más adelante.
W.R. afirma con mucha pasión y adjetivos propios de un buen poeta que, desde que Mehring asume la integración al PSA “batalla ardorosamente con la pluma en la mano contra la burguesía y junto al proletariado”, convirtiéndose en uno de los “maestros descollantes del proletariado internacional”. Sobre estas posiciones del traductor debemos de tener mucho cuidado. ¿Qué nos quiere decir el señor Roces cuando plantea que Mehring batalló con la pluma en la mano?, y ¿qué sobre la afirmación que batalló junto al proletariado? No quiero caer aquí en suposiciones, ni poner palabras en la boca de alguien que no puede responder, por eso no responderé a la posición vertida por W.R. directamente; pero sí tomaré posición sobre posiciones comúnmente defendidas por seudo-marxistas, que plantean lo siguiente: Primero – “Son los teóricos que dan dirección al movimiento proletario”. Esta posición debe ser rechazada por los revolucionarios que hemos llegado a comprender como se desarrolla verdaderamente el movimiento proletario, su consciencia de clase y las posiciones teóricas que defiende en cada paso dentro de la lucha de clases. Los revolucionarios no son meramente teóricos, no podemos pensar en que un solo individuo, encerrado en cuatro paredes, sin una vida militante pueda crear teorías, sólo como observador pasivo de lo que sucede en la historia de la sociedad burguesa; y mucho menos pensar que sus teorías van a calar, por arte de magia en los proletarios en lucha. El llegar al nivel de consciencia de poder sistematizar las lecciones de la lucha de clases y plantear posiciones revolucionarias sólo se puede hacer como militante revolucionario. Ahora, entiendo muy bien, que un militante puede contribuir a la lucha revolucionaria de formas muy diversas, dependiendo de sus condiciones y del contexto de lucha; algunos pueden ser muy buenos polemistas, otros muy buenos redactores, otros muy aguerridos en enfrentamientos directos contra el Estado burgués, etc., pero esto, no quiere decir que aisladamente puedan haber sólo teóricos que contribuyan con “libros”, sin ensuciarse las manos con la militancia revolucionaria. En este sentido Mehring no sólo luchó con la pluma, sino también armado de un martillo demoledor en cuanto se lo exigía la militancia comunista, lo mismo que Marx y Engels. Segundo – “Los Comunistas debemos de luchar junto al proletariado”. Esta es otra de las posiciones planteadas por los iluminados que no se ven como parte de la clase, sino más bien, como su dirigente, como una vanguardia iluminada que inventa la teoría revolucionaria y la inyecta a la clase. Esta posición también debe ser criticada y rechazada por los marxistas, ya que trae un claro estancamiento al desarrollo de la consciencia de clase. Pensar que los comunistas forman una organización aparte de clase, que están en otro nivel, o que simplemente el conjunto del proletariado son la masa y ellos su vanguardia sólo trae como consecuencia una sumisión del conjunto proletariado. Esta posición ha jugado (la Revolución Rusa) y jugará un papel contrarrevolucionario, la futura revolución tiene que ser por necesidad un acto consciente del proletariado en su conjunto y no un acto empujado por “los teóricos”, esto terminaría por enterrar una revolución proletaria desde dentro, generando una burocracia y dependencia única de la vanguardia “comunista”. Mehring no luchó junto a la clase, sino como parte integrante e inseparable de la clase, no lo hizo desde su escritorio sino desde la militancia, dando su vida al final de cuentas por la causa que abrazó y defendió; la única causa que hará cambiar el mundo de base, la revolución proletaria mundial.
Para fundamentar el carácter de maestro del proletariado, el traductor nos recuerda los aportes de Mehring al marxismo, principalmente en el plano cultural e histórico; como por ejemplo la crítica literaria que va desde Calderón a Heine[3] y desde Hebbel a Gorki, también menciona aportes a la historia de la lucha del proletariado y a las personalidades más resaltantes. Pues en este caso, no tenemos porqué apoyar o rechazar esta afirmación de W.R., sólo nos queda leer a profundidad y con un espíritu revolucionario y no académico los textos de Mehring; aunque el término “maestro del proletariado” tendría que ser discutido, dado el concepto que se tiene por “maestro” dentro de las sociedad de clase.
Cartel de la Liga Esparquista
Mehring escribió la “Historia de la Socialdemocracia” en cuatro volúmenes, que según el traductor “… son una fuente agotadora e inagotable de investigación sobre los orígenes y el proceso histórico del socialismo en sus diversas tendencias y de la clase obrera alemana.” En realidad Mehring tiene una extensa lista de obras que llevan por autoría su nombre, entre ellas también, nos menciona W.R., los “Escritos Varios de Marx, Engels y Lasalle” que es una recopilación de textos redactados por dichos personajes. No podemos olvidar que Mehring fue el que aportó, probamente más que cualquier otro, a la publicación de la “Correspondencia entre Marx y Engels”. En este sentido espero que alguno de los lectores pueda leer los textos citados por W.R., en mi caso seguiré buscando más textos de Mehring, cosa difícil en la actualidad, ya que por lo visto en internet no hay más que un par de escritos (muy cortos) y en librerías con mucha suerte se consigue la presente obra.
Posteriormente se asegura también, que Mehring, fiel a los principios revolucionarios comunistas, se opone radicalmente a que el proletariado tome partido por el Estado burgués dentro de la Primera Guerra Mundial. Es por esto, nos dice W.R. que rompe con la Socialdemocracia alemana, junto a Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y Clara Zetkin. Este suceso, la crítica despiadada a los seudo-marxistas que respaldaban a los Estados burgueses en la guerra, el rechazo al apoyo que daban los “Partidos de clase” empujando al proletariado a integrar los ejércitos en la guerra por la defensa de la patria capitalista, es un tema de trascendental importancia en el programa histórico que ha de defender el proletariado en la actualidad. Mehring fue fiel al principio internacionalista del proletariado, viendo a la Guerra Imperialista, como una trampa para la clase, una desviación total de la lucha revolucionaria. Esto es lógico, los intereses que se defiende en estas guerras entre Estados capitalistas son completamente burgueses. El proletariado no gana absolutamente nada si el país donde reside consigue una carroñera victoria sobre otro, su condición de desposeído, de trabajador asalariado, de tornillo dentro de la maquinaria capitalista no cambiará. A lo mucho los que podrán ganar algo son los burócratas de los partidos “comunistas” que han transado con la burguesía la participación fiel de la “masa obrera” que ellos “posean”. Mehring y muchos otros revolucionarios comprendían esto, y lo comprendían y explicaban seguramente mucho mejor que yo. La posición intransigente de no transar con el Estado burgués, ni como táctica ni estrategia, y plantear la autonomía de la clase, de sus intereses y de su misión histórica hizo que él se retirara del PSA; y que contribuyera a la fundación de una verdadera organización proletaria la Liga Espartaquista. El premio por la defensa consecuente de las posiciones revolucionarias fue la cárcel y posteriormente el asesinato en manos de la soldadesca alemana en 1919 en las calles de Berlín.
Para finalizar W.R. nos dice que esta obra es un estudio de Marx, como parte activa del movimiento proletario y comunista, desde el enfoque marxista. Aunque a la vez, también nos plantea que Marx fue político, economista, revolucionario, filósofo, caudillo, táctico, organizador de la clase obrera, guía de la Internacional, amigo y enemigo, etc. Sobre este asunto y para concluir con la crítica a la introducción del traductor, no puedo dejar escapar el tema de Marx economista, caudillo, filósofo, etc. El método dialéctico nos hace abrir los ojos para ver el desenvolvimiento del mundo tal y como se presenta en la realidad. Todo cambia todo se transforma, nada permanece estático, todo influye en todo, no hay nada absoluto y menos aún algo que tenga un desenvolvimiento separado de lo que le rodea. ¿Es o no el desarrolló, avance y forma de existencia de la realidad? Respondo esto con un innegable sí, y podemos tener a la ciencia como testigo del asunto. Es por eso que si queremos ver el desarrollo de un revolucionario, el aporte como individuo al movimiento proletariado, lo debemos ver en su contexto real, y no sacarlo de su trabajo dentro de la clase. No podemos agarrarlo por el cuello del saco a Marx, llevarlo a “otra dimensión” donde no hay tiempo, espacio y menos sociedad capitalista” y empezar a revisarlo. Todo lo contrario lo debemos ver a Marx dentro de su entorno, dentro de los sucesos históricos que sucedían en su época; por supuesto, sin olvidarse de sus cualidades innatas y personales, pero viendo que lo hizo moldearse. Y sí queremos estudiar su vida, por el interés de comprender sus aportes a la teoría revolucionaria, no podemos cometer el error de sacarlo de su contexto. Carlos Marx no fue un filósofo, no se quedó interpretando el mundo sino que contribuyó siendo parte del único sujeto histórico capaz de transformarlo: el proletariado, menos puede ser un economista, su participación no fue plantear una teoría economía, todo lo contrario, su aporte fue describir y fundamentar porque la economía capitalista debe ser destruida, en fin, Marx fue un revolucionario y esto no por capricho mío, su existencia real nos lo demuestra, su militancia revolucionaria nos lo demuestra. Sí Mehring utiliza consecuentemente el método dialéctico (parte inmanente del marxismo) en esta obra, sólo lo podremos saber estudiándola dentro de su contexto.

Franz Mehring

Esto sería lo que tengo que escribir y criticar por el momento, de hecho que hay un cúmulo grande de temas que se han soltado en el transcurso de mi redacción. Espero que sirvan para el debate, para la reflexión de los lectores, no pretendo ser el dueño de la verdad, sino contribuir como militante de una organización marxista al esclarecimiento interno y general de los comunistas y del proletariado en general. Queda todo listo entonces, para pasar a la lectura de Mehring. Adelante.



Carlos Sierra
Jueves, 03 de febrero de 2011

[1] Para tener una información más exacta, dejo estos datos a su disposición: El texto original fue publicado en Alemania en 1919, bajo el título “Carlos Marx – Historia de su vida”. El autor de la obra es Franz Mehring. El ejemplar que poseo es de la Editorial Claridad S.A., Segunda edición, enero de 1958. Argentina; y está bajo el título “Carlos Marx – El fundador del socialismo científico”. El traductor de la obra es Wenceslao Roces.

[2] Nació el 27 de febrero de 1846 en Schlawe (Alemania) y murió el 29 de enero de 1919 en Berlín. En 1891 ingresó en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Fue miembro del parlamento prusiano entre 1917 y 1918. Durante la Primera Guerra Mundial Mehring comenzó a distanciarse del SPD, fundando la Liga Espartaquista en 1916, junto a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht.

[3] Nació el 13 de diciembre de 1797 en Düsseldorf (Alemania) y murió 17 de febrero de 1856 en París. Fue un destacado poeta y ensayista alemán del siglo XIX. También fue periodista, crítico, político, ensayista, escritor satírico y polemista.

martes, 1 de febrero de 2011

Pronunciamiento sobre las luchas en Egipto y el resto del mundo trabajador (traducción al Italiano)

LO STESSO CUORE, LA STESSA NECESSITÀ DI VIVERE.
¡CAMBIEREMO IL MONDO ALLA BASE!

I lavoratori del mondo intero sono gli unici che possono porre fine allo sfruttamento e all’oppressione sociale capitalista e liberarci dalla miseria che affligge tutta l’umanità. Questa non è una creazione ideologica nostra, o un’invenzione profetica comunista, ma una realtà storica, che smentisce ogni ideologia borghese e si manifesta con le combattive lotte di massa proletarie che si svolgono in ogni angolo del mondo.
Il proletariato dimostra una volta di più la sua condizione di classe rivoluzionaria; tutto il mondo vibra sorpreso dagli ultimi avvenimenti in Egitto e nei paesi vicini. I borghesi piangono, si riuniscono, cospirano, chiamano i loro economisti, i loro funzionari e profeti, ma non sanno che fare di fronte alle rivolte e ai sollevamenti degli sfruttati. Migliaia e migliaia di nostri fratelli si sollevano, rompono le catene che li sottomettono alla macchina borghese e prendono la loro vita nelle proprie mani. D’altra parte non gli resta altra strada quando si guardano intorno e vedono lo stesso dolore nelle loro vite, la stessa preoccupazione per il futuro dei loro figli, l’indignazione per l’ingiustizia, e, ancora più importate, vedono che solamente loro possono cambiare la loro infame esistenza. Gli scioperi, le proteste di strada, l’occupazione di uffici, le barricate, i dibattiti spontanei, l’organizzazione di quartiere autonoma, i servizi collettivi, sono le strofe della poesia chiamata rivolta sociale.
Sappiamo bene, noi che scriviamo, che i nostri fratelli hanno sfidato il coprifuoco, i carri armati, i blindati, i candelotti lacrimogeni, il fucili, le pallottole, la polizia e i soldati. Paura della morte? Tutti i giorni ci alziamo ed esistiamo per lavorare, arricchire altri, fare quello che ci ordinano ed essere messi per strada quando ci “usuriamo”; l’unica paura che possiamo avere è passare per questo mondo e non sapere cosa significa veramente vivere. Questo è il motore della lotta ed è anche la dimostrazione che la classe lavoratrice si sta rialzando, che le pallottole non possono uccidere la speranza di un mondo nuovo e che solo noi possiamo liberare l’umanità dalla schiavitù salariata.
I quartieri del Cairo, di Suez e di Alessandria esistono per lottare, il pugno alzato è la costante di questi luoghi. Geograficamente siamo tanto lontani da questi quartieri, ma siamo tanto vicini negli interessi che stanno difendendo. Noi, una parte dei lavoratori del Perù, siamo parte di questa grande massa di sfruttati, viviamo e sentiamo lo stesso sfruttamento, la stessa miseria, lo stesso putridume di un sistema che si alimenta con la nostra vita, quella dei nostri figli, della loro innocenza, dei nostri padri, della loro fatica, dei nostri fratelli, della loro gioventù, delle nostre risate, allegria e sogni. Ma siamo anche parte della speranza, di un potere che nasce, di un pugno che si alza e colpisce, talvolta a tentoni, ma ogni volta più vicino all’obiettivo. Francia, Gran Bretagna, Italia, Grecia, Tunisia, Algeria, Cina, Bangladesh e adesso Egitto, sono parte di un gigante che comincia a rialzarsi, di un gigante che comincia a ricordarsi delle sue vecchie battaglie contro il demonio antropofago chiamato Capitalismo, e vede un futuro più promettente.
La classe sfruttatrice, i padroni di tutto, i padroni del mondo, quelli che si sono appropriati della nostra vita, vogliono farci pensare che le lotte che stiamo sviluppando sono per ottenere la democrazia, per cacciare qualche politico corrotto, per conquistare più “libertà” nel capitalismo. Cercano di farci credere che lottiamo solo per riformare lo sfruttamento e la miseria, che lottiamo non per farla finita con questo mondo borghese, per andare alla radice dei nostri problemi, ma per renderlo un “poco meglio”. Non dobbiamo consentirgli questi inganni, da qui denunciamo questi ideologi borghesi vestiti da “nostri difensori”, questi “estremisti” di sinistra, nazionalisti, socialdemocratici, che vogliono deviarci dalla nostra lotta perché vogliono dirigerci, vogliono che dedichiamo la nostra vita per portare loro al potere e continuare a vivere con la servitù e la schiavitù. Solo i lavoratori, organizzati autonomamente possono creare un nuovo potere per decidere cosa fare delle nostre vite e del mondo che solo noi facciamo muovere.
Mentre scriviamo questa presa di posizione, in Egitto si riuniscono milioni di nostri fratelli, senza paura e con il cuore aperto, l’umanità prende respiro, la sua esistenza dipende dalle nostre future lotte. In realtà non sappiamo come finirà questo processo di combattività, questa tappa della lotta storica degli sfruttati contro gli sfruttatori, non sappiamo nemmeno se il peso delle ideologie religiose e gauchiste avrà presa sui nostri fratelli. Quello che però sappiamo è che questo non finirà con una riforma, non finirà con l’uscita di qualche presidente. Ogni generazione proletaria si nutre delle lotte, prende fiducia in se stessa, nell’insieme delle lezioni che la classe ci ha lasciato. La solidarietà è stata presente e sarà presente in questo processo, solo uniti siamo forti. Comunque finirà questa battaglia, sarà un avanzamento per noi in questa guerra contro il capitale.
La nostra vittoria finale si avvicina ogni giorno, già non è tanto lontano quanto pensavamo, anche se resta da percorrere un lungo cammino. L’esempio dell’Egitto, come della Grecia, della Tunisia, alimenta lo spirito rivoluzionario e segnala il cammino che bisogna seguire; sono le scintille della grande esplosione che sarà la rivoluzione.
Da qui sentiamo il clima della lotta proletaria al Cairo, a Suez, ad Alessandria, dal Perù sentiamo questa emozione indescrivibile di sentirci vivi, di sapere che niente è stato vano, che la storia ci appartiene e che il futuro che ci aspetta sarà costruito per l’umanità libera dalla schiavitù salariata, libera dalle classi sociali, libera dallo sfruttamento.
Benché il cammino non sia chiaro e che le nostre azioni non sono ancora in grado di raggiungere l’obiettivo, quanta allegria sentiamo al sapere che ci stiamo liberando delle vecchie catene, che la classe comincia a riconoscere il suo vero nemico e quale debba essere la maniera di affrontarlo. Le armi della classe sono state massicciamente evidenziate: il Dibattito, le Assemblee, lo Sciopero, la Riflessione, la Solidarietà, la Fiducia nel Futuro, ecc.
Vogliamo finire ringraziando di tutto cuore i fratelli lavoratori che stanno lottando, siamo con loro, ci hanno riempito di felicità, hanno riempito di sangue rivoluzionario le nostre vene. Siamo vicini a voi, parte della rivoluzione mondiale di domani.
All’erta Proletari, un nuovo mondo ci aspetta.
Proletari di tutti i paesi, uniamoci!

Grupo de Esclarecimiento Comunista - G.E.C. (Gruppo di Chiarificazione Comunista)
Martedì, 01 febbraio 2011

Pronunciamiento sobre las luchas en Egipto y el resto del mundo trabajador

EL MISMO CORAZÓN, LA MISMA NECESIDAD DE VIVIR…
¡CAMBIAREMOS EL MUNDO DE BASE!

Los trabajadores del mundo entero son los únicos que pueden acabar con la explotación y opresión social capitalista y absolvernos de la miseria en la que se descompone toda la humanidad. Esto, no es una creación ideológica nuestra, ni una invención profética comunista, sino una realidad histórica, que se rebela contra toda ideología burguesa y se manifiesta con las masivas y combativas luchas proletarias a lo largo y ancho del globo.
El proletariado demuestra una vez más su condición de clase revolucionaria, todo el mundo vibra sorprendido con los últimos acontecimientos en Egipto y los países aledaños. Los burgueses lloran, se reúnen, conspiran, llaman a sus economistas, a sus asesores y profetas, no saben qué hacer con las revueltas y levantamientos de los explotados. Miles y miles de hermanos nuestros se levantan, rompen las cadenas que los sujetan a la maquinaria burguesa y toman su vida en sus manos. No les queda otro camino tampoco, se miran y ven el mismo dolor en sus vidas, la misma lastima por el futuro por sus hijos, la indignación por la injusticia, y lo más importante: ven que solamente ellos pueden cambiar su infame existencia. Las huelgas, las protestas callejeras, la toma de locales, las barricadas, los debates espontáneos, la organización autónoma barrial, los saqueos colectivos, son las estrofas de la poesía llamada revuelta social.
Nunca han tenido nada, nosotros, los que escribimos esto, lo sabemos muy bien, nuestros hermanos han desafiado el toque de queda, los tanques, las tanquetas, las bombas lacrimógenas, los rifles, las balas, a los policías y militares. ¿Miedo a la muerte? Todos los días nos levantamos y existimos para trabajar, enriquecer a otro, hacer lo que nos ordenan y ser echados a la calle cuando nos “gastamos”; el único miedo que podemos tener es al de pasar por este mundo y no saber lo que es vivir de verdad. Este es el motor de la lucha y es también la muestra de que la clase trabajadora despierta, de que las balas no pueden matar la esperanza de un mundo nuevo, y que sólo nosotros podemos emancipar a la humanidad de la esclavitud asalariada.
Los barrios en El Cairo, Suez y Alejandría existen para luchar, el puño levantado es la constante en dichos lugares. Estamos tan distantes de esos barrios geográficamente, pero tan cerca estamos en los intereses que ahí se defienden. Nosotros, un sector de los trabajadores en Perú, somos también parte de esa gran masa desposeída, que vive y siente la misma explotación, la misma miseria, la misma podredumbre de un sistema que se alimenta de nuestra vida, de nuestros hijos, de su inocencia, de nuestras padres, de su cansancio, de nuestros hermanos, de su juventud, de nuestras risas, alegrías y sueños. Pero también somos parte de la esperanza, de un poder que surge, de un puño que se levanta y golpea, aun a tientas, pero cada vez más cerca del objetivo, Francia, Gran Bretaña, Italia, Grecia, Túnez, Argelia, China, Bangladesh y ahora Egipto, son parte de un gigante que comienza a despertarse, de un gigante que comienza a recordar sus antiguas batallas contra el demonio antropófago llamado Capitalismo, y ve un futuro prometedor.
La clase explotadora, los dueños de todo, los dueños del mundo y los que se han apoderado de nuestra vida, nos quieren hacer pensar que las luchas que estamos desarrollando es por alcanzar la democracia, es por expulsar a algún político corrupto, es por buscar más “libertad” dentro del capitalismo. Nos quieren hacer creer que luchamos sólo por reformar la explotación y la miseria, que luchamos no por acabar con este mundo burgués, por la raíz de nuestros problemas, sino para acomodarlo “un poco mejor”. No les vamos a permitir estos engaños, nosotros desde aquí, denunciamos a estos ideólogos burgueses que vestidos de “nuestros defensores”, estos izquierdistas, nacionalistas, socialdemócratas, nos quieren desviar de nuestra lucha porque quieren dirigirnos, quieren que demos nuestra vida para llevarlos a ellos al poder y seguir continuando con la servidumbre y esclavitud. Sólo los trabajadores, organizados autónomamente, podemos crear un nuevo poder para decidir qué hacer con nuestras vidas y con el mundo que sólo lo movemos o paramos nosotros.
Mientras escribimos esta especie de pronunciamiento, en Egipto se reúnen millones de nuestros hermanos, sin miedo y con el corazón al descubierto, la humanidad toma un respiro, su existencia sólo depende de nuestras futuras luchas. En realidad no sabemos cómo terminará este proceso combativo, esta etapa de la lucha histórica de los explotados contra los explotadores, no sabemos aún si el peso de las ideologías religiosas e izquierdistas habrá calado en nuestros hermanos. Pero lo que sí sabemos es que esto no acabará con una reforma, no acabará con la salida de algún presidente. Cada generación proletaria se nutre de las luchas, toma confianza en sí misma, en el conjunto de lecciones que la clase nos ha dejado. La solidaridad ha estado presente y estará presente en este proceso,  sólo unidos somos fuertes. Termine como termine esta batalla, será un gran avance para nosotros en esta guerra contra el capital.
Nuestra victoria final se acerca cada día, ya no está tan lejana como lo pensábamos, aunque quede un largo camino por recorrer. El ejemplo de Egipto al igual que Grecia y Túnez alimenta el espíritu  revolucionario y señala el camino que debemos seguir; son los chispazos de la gran explosión que será la revolución.
Desde aquí sentimos el ambiente de lucha proletaria en el Cairo, Suez, Alejandría, desde Perú sentimos esa emoción indescriptible de sabernos vivos, de saber que nada fue en vano, que la historia nos respalda, y que el futuro espera ser construido por la humanidad libre de la esclavitud asalariada, libre de las clases sociales, libres de la explotación.
Aunque todavía el camino no sea claro, y nuestros golpes no estén destinados al objetivo concreto, cuanta alegría sentimos al saber que nos liberamos de las viejas ataduras,  que  la clase empieza a reconocer a su verdadero enemigo y como debe ser la forma de enfrentarlo. Las armas de la clase han sido desempolvadas masivamente: El Debate, Las Asambleas, La Huelga, La Reflexión, La Solidaridad, La Confianza en el Futuro, etc.
Terminamos dándoles las gracias de todo corazón a los hermanos trabajadores que están luchando, somos parte suya, nos han llenado de felicidad, han llenado de sangre revolucionaria nuestras venas. Seremos, junto a ustedes, parte de la revolución mundial del mañana
Alerta Proletarios, un nuevo mundo nos espera.
¡Proletarios de todos los países, unámonos!

Grupo de Esclarecimiento Comunista – G.E.C.
Febrero 2011

jueves, 13 de enero de 2011

Presentación

1. Sobre nuestra organización. El GEC es una organización de clase proletaria, conformada por jóvenes estudiantes y asalariados. Nos comprendemos dentro del movimiento comunista internacional. Nuestro objetivo como minoría proletaria consciente de su papel histórico, es contribuir al desarrollo de la lucha de clases hasta la abolición del capital (como relación de explotación y dominación) y la llegada de la sociedad comunista. Este objetivo no es un bello ideal utópico, sino una necesidad inherente a nuestra condición de clase.

La lucha revolucionaria por el comunismo no comienza con nosotros, ni tampoco con las organizaciones e individuos comunistas que actualmente trabajan por el mismo fin. Esta lucha histórica se produce desde que la clase proletaria aparece en la historia. Es por eso que las luchas que nuestros hermanos de clase han desarrollado en el pasado, nos sirven en la actualidad como lecciones y guías para enfrentar al enemigo capitalista y su Estado burgués con un marco teórico histórico. Esto, por un lado, nos hace rechazar el electoralismo (participación en elecciones), el parlamentarismo, el planteamiento de la liberación nacional, el antiimperialismo, la teoría del socialismo en un solo país, los frentes únicos, a toda la izquierda del capital (leninismo, estalinismo, trotskismo, maoísmo, anarquismo, nacionalismo, indigenismo, etc.) y, por otro lado, nos hace entender al proletariado como única clase revolucionaria, defender el internacionalismo proletario, comprender que la lucha es contra toda forma de capital (“extranjero y nacional”), asumir la necesidad de la formación del Partido Comunista y de la dictadura del proletariado durante el periodo de transición del capitalismo al comunismo (con los consejos obreros, los comités de fábrica-barriales y el Estado-Comuna en extinción).

Nosotros como minoría revolucionaria comprendemos que el trabajo que desarrollamos no está afuera o encima de la clase, sino dentro de ella. No nos asumimos como una vanguardia iluminada que tiene que llevar el conocimiento a los demás proletarios, esta conciencia no vendrá desde afuera, no será creada en un laboratorio para luego ser inyectada a la clase como plantean los leninistas. La emancipación del proletariado debe ser obra del propio proletariado, puesto que éste desarrolla su conciencia con la misma lucha; con cada victoria gana madurez, gana confianza en sí mismo. Con cada avance que se tiene, con cada experiencia de lucha proletaria se van creando organizaciones, minorías de proletarios que están obligados a comprender el papel de su clase en la historia, y trabajar con perspectivas científicas por la revolución comunista. “Los comunistas no tienen intereses que los separen del conjunto del proletariado… No proclaman principios especiales a los que quisieran amoldar el movimiento proletario. Los comunistas sólo se distinguen de los demás partidos proletarios en que… destacan y hacen valer los intereses comunes del conjunto del proletariado, independientemente de su nacionalidad… y en que, las diferentes fases de su desarrollo por la que pasa la lucha entre el proletariado y la burguesía, representan siempre los intereses del movimiento en su conjunto.” Manifiesto del Partido Comunista – La Liga de los Comunistas.

Como conclusión, nuestra organización se pone al servicio de los intereses del proletariado, se pone al servicio consecuente de la lucha proletaria mundial, asumiendo que sólo le queda dos caminos a la humanidad: Comunismo o Barbarie.

2. Sobre la teoría revolucionaria del proletariado. El marxismo es la teoría revolucionaria y científica del proletariado para la abolición del capitalismo y la construcción del comunismo.

Entendemos que esta teoría sistematiza las lecciones de la lucha de nuestra clase a lo largo de la historia, explica y expone la dinámica del capital y la contradicción capital-trabajo y plantea las tareas actuales de la clase para así tener clara la perspectiva revolucionaria del proletariado.

El marxismo no es invención de Carlos Marx, sino es el aporte histórico y vivo de las minorías comunistas como sector consciente del proletariado. No es la teoría de un hombre, sino de la clase misma, por eso se desarrolla y se nutre de la lucha proletaria. El punto de por qué lleva su nombre, es porque en el momento que el proletariado rompió con posiciones utopistas, sectarias y conspirativas, Marx contribuyó grandiosamente a cambiar de página y mostrar el fin comunista con una base científica, explicando las relaciones capitalistas, la naturaleza del Estado y la presencia en la historia de la clase proletaria. Marx realizó este aporte como un militante más dentro de las diferentes organizaciones del movimiento comunista internacional en las que participó a lo largo de su vida.

En concreto, nos reivindicamos del aporte de la lucha proletaria en general, y en particular del aporte que nos han dejado las organizaciones comunistas internacionales del proletariado: la Liga de los Comunistas donde participaron Marx y Engels (1847-52), las tres Internacionales (la Asociación Internacional de los Trabajadores, 1864-72, la Internacional Socialista, 1884-1914, la Internacional Comunista, 1919-28 – hasta su Tercer Congreso), y de algunas de las posiciones defendidas por Fracciones Comunistas que se fueron separando en los años 1920-30 de la Internacional Comunista en su proceso de degeneración, debido a la contrarrevolución surgida luego de la derrota de la oleada revolucionaria de 1917 al 1921, aproximadamente. Todas esas organizaciones han asumido y desarrollado el marxismo en una dinámica de lucha de clases.

¡Proletarios de todos los países, unámonos!

Grupo de Esclarecimiento Comunista – G.E.C.
Enero 2011

domingo, 13 de junio de 2010

Pronunciamiento sobre la "Contracultura" repartido en un evento musical

¡AHORA O NUNCA!

Estimados hermanos, saludamos que se abran espacios de crítica  social, que desde todo sector se pueda organizar movidas por llamar a la conciencia de los explotados y plantear la lucha real por una nueva sociedad, en la cual no se tenga como base la explotación del hombre por el hombre. Los movimientos, que desde el arte, critican y luchan contra el capitalismo, son una muestra más de que es posible pensar en un mañana mejor, de que no todo está perdido y que la resistencia a la imposición del modo burgués de vida se mantiene más fuerte que nunca.
Es importante también que la lucha misma rompa las barreras artísticas, sindicales, de sectores, y se organice a nivel nacional y mundial, que no se luche como artista, obrero, o estudiante, sino que se luche como parte de una clase oprimida que todo los días sufre los estragos de vivir en este mundo capitalista. Aquí les dejamos unas palabras para el debate:
Es innegable la inmensa miseria en la que vivimos las grandes mayorías de seres humanos en el planeta; hambre, desnutrición, delincuencia, peleas callejeras entre hijos de los explotados, sistemas educativos al servicio de los ricos, desempleo, es algo que vivimos día a día. El sistema que rige el mundo en la actualidad, el capitalismo, ha demostrado ser un nuevo sistema de opresión y explotación, como lo fue en su tiempo el esclavismo y el feudalismo. Una minoría privilegiada puede vivir a costa de la sangre, sudor y sufrimiento de las grandes mayorías de la sociedad. El Estado es un ente que permite y legaliza este orden social.
Por tal motivo debemos de tomar conciencia de que el mundo entero es creado por nosotros, los trabajadores, y sin embargo, no somos dueños de nada; en este sistema los que trabajan no adquieren y los que adquieren no trabajan. Las condiciones en las cuales nos explotan son despiadadas. Nosotros somos los productores de toda la riqueza social, con nuestra fuerza e inteligencia creamos todo lo útil para vivir felices en comunidad. Mientras nosotros vivimos en la miseria, los burgueses viven como zánganos a costa de nuestra sangre y sudor. Nos obligan a trabajar más de 12 horas diarias y nos pagan un salario que no alcanza ni para cubrir las necesidades mínimas.
Ahora, tenemos que tener presente, que no podemos seguir pidiendo sólo mejores salarios, menos horas de trabajo, seguridad laboral, etc., sino apuntar hacia una nueva sociedad. Las luchas reivindicativas sólo son un medio contra la explotación, pero el fin es abolirla
Organicémonos compañeros, como parte del proletariado internacional. Las crisis de este sistema, siempre serán pagadas por nosotros. No podemos seguir tolerando más explotación, debemos de asumir métodos de lucha más efectivos.
La burguesía tiembla ante una revolución proletaria, nosotros no tenemos nada que perder en ella más que nuestras cadenas, tenemos en cambio un mundo entero que ganar.
Juntos: obreros, maquinistas, profesionales, técnicos, choferes,  ambulantes, carpinteros, cobradores, estudiantes, hermanos trabajadores de todos los sectores, explotados del mundo entero tenemos que construir con nuestras propias manos, la nueva sociedad.

Círculo Científico de Análisis Social "Sociedad y Ciencia"
13 de Junio de 2009

jueves, 10 de junio de 2010

Pronunciamiento en rechazo a las elecciones universitarias y gubernamentales.

¡AHORA O NUNCA!

Es innegable la inmensa miseria en la que viven las grandes mayorías de seres humanos en el planeta: hambre, desnutrición, contaminación, enfermedades de todo tipo, delincuencia, peleas callejeras entre hijos de los explotados, prostitución, sistemas educativos al servicio de los ricos, desempleo, salarios que no alcanzan ni para cubrir las necesidades más básicas, etc., son parte de la vida cotidiana de todos nosotros. El sistema que rige el mundo en la actualidad, el capitalismo, ha demostrado ser un nuevo sistema de opresión y explotación, como lo fueron en su tiempo el esclavismo y el feudalismo. Ahora también una minoría privilegiada puede vivir a costa de la sangre, sudor y sufrimiento de las grandes mayorías de la sociedad.
Tomemos conciencia de que el mundo entero es creado por los trabajadores y, sin embargo, no son dueños de nada; en este sistema los que trabajan no adquieren y los que adquieren no trabajan. Son los trabajadores los productores de toda la riqueza social, son los que levantan los puentes, colegios, carreteras, postas médicas, los que crean los camiones, las computadoras, la ropa, los que cosechan y producen los alimentos, etc., todo esto se produce por las grandes mayorías de la población, pero los que se apropian de todo esto son los capitalistas, los burgueses.
Los capitalistas, la clase dominante y explotadora de la actualidad, ejercen una dictadura en todos los países del mundo, a través de los Estados burgueses. Se impone la ley de la propiedad privada, se legaliza la explotación, se legalizan las clases sociales, se forman escuadrones armados de policías y militares que sirven para cuidar el orden establecido.
Para prevenir cualquier intento de organización de los trabajadores, cualquier levantamiento masivo, cualquier huelga organizada, cualquier germen de pensamiento crítico, revolucionario, etc., la burguesía utiliza todos los instrumentos sociales que tiene en su poder. Mantener a los trabajadores en la más absoluta ignorancia, imponerles la conciencia burguesa, distorsionar su percepción del mundo, tapar toda la podredumbre con frases, eslóganes, educación, religión, etc., es lo que desesperadamente hace para mantener la sociedad actual. Los medios de comunicación, las instituciones educativas, los medios de información, etc., están al servicio de la burguesía y cumplen la función de encubrir la crisis social en la cuál vivimos, de imponernos el modo de pensar de los capitalistas, de hacernos aceptar la explotación. Por otro lado, las fuerzas armadas y la policía aparecen cuando se toma conciencia de que sólo luchando podremos obtener una vida digna y un verdadero futuro de humanidad.
La burguesía sabe que por más mentiras y encubrimientos que haga, todo conlleva a que las grandes mayorías despierten, se organicen y luchen por cambiar este sistema. Es por eso que en la actualidad vemos funcionar libremente, con el más absoluto descaro, otro de sus mecanismos de control social: “Las elecciones”, una de las peores formas de engaño, mistificación, y patraña burguesa. Nos hacen creer que el problema no es la forma como está organizado el sistema, sino que el problema son los que lo dirigen, nos dicen que votando y dando nuestra esperanza a alguien todo nuestros problemas se esfumarán. ¿Estos señores quieren hacernos creer que la lucha por liberarnos de las cadenas de la explotación, que ellos nos han puesto, la harán ellos mismos por nosotros? ¿Que desde los órganos burócratas que existen en todo este sistema, tercio estudiantil, consejo de facultad, congreso nacional, alcaldías, jefe de gobierno, etc., se podrá mejorar nuestras vidas? Cuánto tiempo más vamos a permitir que nos engañen, cuánto tiempo más, compañeros, tendremos que escuchar a estos vendedores de ilusiones, que trafican con nuestra esperanza buscando sólo algún cargo o beneficio a sus partidos.
Las elecciones no son un mal necesario, ni un mal menor, son una expresión más del sistemas, un brazo más del pulpo que nos condena a sueldos de hambre, a jornadas extenuantes, al embrutecimiento a través de sus supuestos “medios de comunicación”.  No podemos ser cómplices una vez más. Debemos rechazar cualquier mecanismo que atente contra nuestros intereses como parte de los explotados y oprimidos a nivel mundial. En este caso las elecciones, los partidos de derecha e izquierda y caudillos que quieran dirigirnos, APRA, Nacionalistas, PPC, MNI, ex radicales maoístas que ahora buscan firmas para participar en las elecciones que antes combatían.
Debemos rechazar de lleno toda clase de desfiguración de nuestra lucha histórica como clase explotada y a la vez revolucionaria en la sociedad.
Organicémonos, compañeros, como parte del sector que sufre día a día la miseria a la que conlleva este sistema. Si no somos nosotros ¿Quiénes más podrán cambiar el orden capitalista establecido? A la lucha compañeros, recordemos que: “La burguesía tiembla ante una revolución proletaria, nosotros no tenemos nada que perder en ella más que nuestras cadenas, tenemos en cambio un mundo entero que ganar.”
Juntos: obreros, maquinistas, profesionales, técnicos, choferes,  ambulantes, carpinteros, cobradores, estudiantes, hermanos trabajadores de todos los sectores, explotados del mundo entero tenemos que construir con nuestras propias manos, la nueva sociedad.
Núcleo Proletario "Sociedad y Ciencia"

sábado, 1 de mayo de 2010

Pronunciamiento por el Primero de Mayo del 2010

¡AHORA O NUNCA!
Como parte del proletariado nos pronunciamos en esta fecha histórica para nuestra clase. El 1ro de Mayo de 1886, nuestros hermanos de clase en USA, salieron a protestar y luchar masivamente; se organizaron grandes masas obreras, con palos, piedras y sus herramientas diarias de trabajo. ¿Qué exigían? ¿Qué reclamaban? ¿Por qué luchaban? Por lo mismo que nos hace salir a las calles este día. Por una sociedad sin explotación, por una sociedad donde los trabajadores no seamos mercancías que se compran y se venden en el mercado, por una sociedad sin clases sociales; en donde no existan más desposeídos, en donde nuestro trabajo sirva para los demás, para la sociedad en su conjunto y no para acrecentar el capital de un empresario.  Por luchar y exigir esto, centenares de proletarios fueron asesinados cobardemente por los perros guardianes del capital, la policía; que no es otra cosa que el aparato represivo de todos los estados burgueses del mundo.
Hoy 1ro de Mayo, debemos entender que esta fecha no puede ser de celebración, un feriado más, un día para la diversión; es una fecha de reivindicación de la lucha proletaria contra el capital y los Estados burgueses. Es una fecha en la cual, mostramos al mundo que existimos como clase revolucionaria y que solo nosotros podremos conseguir con nuestra unión, organizándonos, la abolición de la explotación, de la esclavitud asalariada y una nueva sociedad, en donde el trabajo sirva para hacernos ricos a todos y no a un puñado de parásitos.
En estos últimos años el sistema burgués ha entrado en una crisis sin precedentes, nuestras condiciones de vida a nivel mundial son cada vez más paupérrimas, las empresas privadas o estatales nos pagan miserables salarios que no alcanzan para cubrir las necesidad más básicas, los despidos son comunes, el desempleo es una peste mortal que abunda en todos los países; el robo, la delincuencia, la prostitución, la drogadicción, etc. se han hecho algo normal en nuestras vidas, el sistema nos ha acostumbrado a vivir entre la basura, el desperdicio y la inmundicia mercantil.
Hermanos de clase ¡no más explotación!, ¡no más miseria para nosotros! Con nuestro trabajo, somos los que creamos todo, pero no tenemos nada. El Estado no es un ente neutro, imparcial, ellos legalizan la explotación, ellos lavan el cerebro al conjunto de la sociedad, nos tildan de revoltosos, terroristas, violentistas, nos hacen creer que la felicidad y la vida en paz son posibles comprando sus mercancías y siendo siervos y esclavos del capital. Vamos a seguir esperanzados en los políticos de izquierda, de derecha, en los líderes burócratas del sindicato, de los supuestos partidos que plantean un cambio por una vía burguesa (elecciones, parlamento, etc.) ¡No más engaño! ¡Basta de dejar que otros manejen nuestras vidas! ¡No permitamos más que otros manipulen nuestra lucha de clase!
A nivel mundial nuestra clase comienza a despertar y por fin podemos vernos a los ojos y comprender que todo nos empuja, nos conlleva, a la revolución proletaria. Hoy más que nunca, en todo el mundo, “la burguesía tiembla ante un revolución comunista”, ya que no tenemos nada que perder en ella, excepto nuestras cadenas.
¡Viva la lucha del primero de Mayo!
¡Abolición del capital, extranjero o nacional!
¡Solo nuestra clase cambiará la historia de explotación en el mundo!
¡Proletarios del mundo unidos!

Círculo Científico de Análisis Social "Sociedad y Ciencia"
1ro de mayo del 2010